"Cuando
Eva mordió la fruta prohibida dijo-
¡Verde que te quiero verde!. Elemental . . . mi querido
Watson, un plato rico y con fundamento, como las uvas de la ira.
Y bien cierto es, que como el
perro del hortelano, que ni come ni deja comer, pongo a Dios por testigo que nunca más volveré a pasar hambre.
"Y juntos fueron felices y comieron perdices"...
No hay comentarios:
Publicar un comentario